Quiénes somos

Proyecto Esperanza:

 

Proyecto Esperanza nace en el año 1999 a raíz de la impotencia que sentíamos cuando una mujer o un hombre acudían a pedir ayuda, con lágrimas en sus ojos, y manifestaban la necesidad de saber cómo sobrellevar el dolor insoportable de haber interrumpido un embarazo voluntariamente.

El trabajo de quienes formamos parte de este Proyecto quiere ser una luz de esperanza en sus caminos, para enfrentar el dolor y dar un nuevo sentido a la vida.

El aborto es una de las experiencias más dramáticas que una persona puede vivir. El aborto hiere el alma de todos los que están involucrados en él. No solamente destruye la vida del niño no nacido, sino que también deja un sendero de dolor y destrucción, de vidas, familias y relaciones quebrantadas.

La experiencia del aborto se ve rodeada de aislamiento y silencio. Como consecuencia, el sufrimiento es vivido en absoluta soledad. El duelo es bloqueado y el dolor pasa a ser “enterrado”, pero éste busca salir a la luz y aparece en la superficie bajo distintas formas: pesadillas, insomnio, tristeza, enojo, depresión, sensación de vacío, pérdida de sentido de la vida, etc. Se trata de todos aquellos síntomas que nos hablan de la presencia del trauma posaborto.

El Proyecto Esperanza es un programa de acompañamiento para la sanación espiritual y emocional de mujeres y varones que sufren las secuelas posaborto. Somos una red de acompañantes que se preocupa por las otras víctimas del aborto. Nuestra meta es ayudar a elaborar su dolor, pues sólo desde allí se podrá alcanzar el perdón y la paz. Este proceso se logra con la ayuda de profesionales capacitados, y a través de un enfoque de acogida, comprensión y confidencialidad, que busca facilitar el encuentro de la madre y/o el padre con ese hijo que fue víctima de un aborto.

 

La madre deberá encontrarse espiritualmente con su hijo para sanar sus heridas.

En un comienzo fue muy difícil hablar de mi aborto, ya que me significó mostrar el secreto, reabrir la herida que yo intentaba cerrar y olvidar […] El Proyecto Esperanza cambió mi vida. Con el correr del tiempo fui recuperando algo dentro de mí. El restablecer un vínculo con mi hijo no nacido y sentirme madre me hizo volver a vivir por dentro, a recuperar el sentido de vivir”. (testimonio de María N.).

Proyecto Esperanza se propone educar sobre la secuela posaborto, poder determinar cuáles son los conectores personales del aborto, alcanzar la liberación del dolor emocional y de enojo reprimido, restaurar las relaciones con uno mismo y con los demás, establecer una relación sana con el niño que no pudo nacer y aprender herramientas de autoayuda.

El acompañamiento es sin fines de lucro y consiste en encuentros individuales con total confidencialidad y respeto hacia los diferentes credos.

En la actualidad, la red de Proyecto Esperanza está funcionando en 16 países de América con más de 500 acompañantes, y ha brindado apoyo a más de 5.000 mujeres de toda la región. Desde sus inicios allá por 1999, sus fundadoras y colaboradores siguen capacitando numerosos acompañantes por año y formando equipos de trabajo que son un sostén diario para cientos de mujeres y varones que sufren la herida del aborto.

 


 

¿QUÉ PASA CUANDO ME CONTACTO CON PROYECTO ESPERANZA?

 

En el momento que te pones en contacto con Proyecto Esperanza a través de un llamado o por correo electrónico, te derivaremos con alguna de las acompañantes (atención a mujeres) o los acompañantes (atención a varones) que colaboran en tu ciudad.

Las etapas más importantes de este acompañamiento son:

 

  1. Información e identificación sobre las secuelas post-aborto.

  2. Ayudar a determinar cuáles son los conectores personales del aborto.

  3. Liberar el dolor emocional y el enojo reprimido.

  4. Restaurar las relaciones consigo misma y con los demás.

  5. Restaurar el vínculo maternal y aprender herramientas de autoayuda.